Cualquier persona que haya tenido varicela en su vida puede desarrollar herpes zóster. El herpes zóster es una reactivación del virus de la varicela (varicela zóster) en el organismo.
El herpes zóster es una infección vírica que provoca una erupción dolorosa. La erupción puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. La erupción suele tener el aspecto de una franja de ampollas que rodea el lado derecho o izquierdo del torso.
El herpes zóster está causado por el mismo virus que causa la varicela. Después de pasar la varicela, el virus (varicela zóster) permanece en el organismo durante el resto de la vida. Décadas más tarde, el virus puede reactivarse en forma de herpes zóster.
Síntomas de Herpes Zóster
Los síntomas del herpes zóster suelen aparecer en un solo lado del cuerpo o de la cara y en una zona pequeña. El punto más habitual de aparición del herpes zóster es en una banda alrededor de la cintura o el torso.
El dolor suele ser el primer síntoma del herpes zóster. En algunos casos, el dolor puede ser intenso. Dependiendo de la localización, el dolor del herpes zóster puede confundirse con problemas pulmonares, renales o cardíacos. Algunos pacientes sienten dolor de herpes zóster sin llegar a desarrollar la erupción típica.
Algunos síntomas del herpes zóster pueden ser
- Dolor
- Picor, ardor u hormigueo
- Sensibilidad al tacto
- Una erupción roja elevada
- Ampollas llenas de líquido que pueden romperse y formar costras
Algunas personas también pueden experimentar
- Dolor de cabeza
- Escalofríos
- Malestar estomacal
- Sensibilidad a la luz
- Fatiga
Factores de Riesgo del Herpes Zóster
La mayoría de los adultos nacidos antes de 1980 en Estados Unidos tuvieron varicela de niños. Antes de que existiera una vacuna infantil sistemática como la que existe ahora para proteger contra la varicela.
Cualquier persona que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar herpes zóster son:
Edad – El riesgo de contraer herpes zóster aumenta con la edad.
El herpes zóster suele afectar a personas mayores de 50 años. Las personas mayores de 60 años tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones más graves.
Tratamientos contra el cáncer – En ocasiones, los tratamientos de quimioterapia o radioterapia pueden disminuir la resistencia a las enfermedades y provocar la activación del herpes zóster.
Sistema inmunitario debilitado: algunas enfermedades que debilitan el sistema inmunitario, como el cáncer o el VIH/SIDA, pueden aumentar el riesgo de herpes zóster.
Algunos medicamentos – Los medicamentos que se toman para prevenir el rechazo de órganos trasplantados pueden aumentar el riesgo de herpes zóster. El uso prolongado de esteroides también puede aumentar el riesgo de contraer herpes zóster.
Complicaciones del Herpes Zóster
La complicación más frecuente asociada al herpes zóster es el dolor nervioso a largo plazo: la neuralgia posherpética o NPH. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre el 10 y el 18% de las personas sufren NPH después de padecer herpes zóster. La NPH se produce cuando las fibras nerviosas dañadas envían mensajes de dolor confusos o exagerados desde la piel al cerebro. Esta dolorosa afección puede durar meses o incluso años.
Si no se trata, aumenta el riesgo de sufrir otras complicaciones relacionadas con el herpes zóster.
Algunas complicaciones del herpes zóster son:
- Pérdida de visión o lesiones oculares: si el virus entra en los ojos, puede causar dolorosas infecciones oculares que pueden provocar pérdida de visión.
- Pérdida de audición o daño auditivo – debido al síndrome de Ramsay Hunt.
- Infecciones secundarias – como infecciones bacterianas de la piel y neumonía.
- Problemas neurológicos: el herpes zóster puede causar parálisis parcial de los músculos faciales, inflamación cerebral (encefalitis) y daños permanentes en el sistema nervioso y la columna vertebral.
Prevención del Herpes Zóster – Vacunación
La buena noticia es que existe una vacuna que ayuda a prevenir el herpes zóster. Shingrix tiene una eficacia del 90% en la prevención del herpes zóster y del dolor nervioso a largo plazo.
Shingrix es una vacuna aprobada por la FDA y recomendada para personas mayores de 50 años, tanto si han padecido herpes zóster como si no.
Shingrix también se recomienda a pacientes mayores de 19 años con un sistema inmunitario debilitado debido a medicamentos o enfermedades. Las personas que hayan recibido la versión antigua de la vacuna contra el herpes zóster (Zostavax) o que no sepan si han pasado la varicela también pueden recibir la vacuna Shingrix.
Plan para recibir Dos Dosis
Puedes vacunarte con Shingrix en la consulta de tu doctor de familia o en tu farmacia local. Hable con su doctor sobre su riesgo de herpes zóster y sobre la posibilidad de recibir Shingrix.
Los efectos secundarios más frecuentes de la vacuna Shingrix son enrojecimiento, dolor e hinchazón en el lugar de la inyección. Algunos pacientes también experimentan dolores de cabeza, fatiga y otros efectos secundarios.
Consulte antes con su seguro médico para saber si cubre la vacuna.
La segunda inyección de Shingrix debe administrarse entre 2 y 6 meses después de la primera.
Vacunarse contra el herpes zóster es la única forma de protegerse contra el herpes zóster y la NPH (neuralgia posherpética), un dolor nervioso continuo que es la complicación más frecuente del herpes zóster.
Cualquier persona que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. El herpes zóster es una enfermedad dolorosa que suele cursar con erupción cutánea y a veces provoca dolor nervioso a largo plazo. Con la edad aumentan las probabilidades de contraer herpes zóster. Si tiene más de 50 años, debe hablar con su doctor sobre la posibilidad de vacunarse para protegerse contra el herpes zóster.
Si le preocupa el herpes zóster, quiere vacunarse o tiene preguntas sobre el herpes zóster o la vacuna Shingrix, póngase en contacto con los profesionales de River Bend Medical Associates para concertar una cita hoy mismo. En River Bend Medical Associates, nos preocupamos por su salud y como parte de su equipo médico, estamos aquí para ofrecerle la mejor atención en todos los aspectos de sus necesidades de salud. Para obtener más información sobre nuestra práctica médica, o para hacer una cita en contacto con River Bend Medical Associates, o llame al 916-392-4000.